Todos los caminos llevan a Torvizcón ¿O no?

Buenas noches o tardes o días queridos tricasteleños, estamos en verano y en época de vacaciones, así que algunos tricasteleños y otros buenos amigos pusimos rumbo a Torvizcón. A las 7:30AM la aventura torvizconera empezaba para doce aguerridos ciclistas.
Como en Tri Castell no nos queremos cerrar a nada, allí que aparecimos "gente pa to": unos con bici de carretera, otros con bici de montaña, otros con mono de triatlón...... "¡Gente pa to!  
Evidentemente, esto hacía que aunque saliésemos todos a la vez, una vez pasado"¡Ésto parece el ejército de Pancho Villa!, ¡Aquí cada uno hace lo que le da la gana!" Lo importante es quedar y marcarse estas "aventurillas".




Los Carlos el grupo se dividió. Los de carretera y Paco López subieron por Rubite, el resto por Olías.
Lo bueno de salir temprano es que aprovechamos muy bien la fresca, y no nos "asamos" de calor subiendo a Olías ni a Rubite. Además el ritmo fue muy bueno, aproximadamente a las 10:00h y ya a más de 1000 metros de altura, nos encontramos de nuevo los de carretera que subieron por Rubite (Carlos y José) y los de montaña que subieron por Olías. Fue en el cruce de Olías con Puerto Camacho.
El encuentro fue efímero, los de montaña rumbo a Bargís y los de carretera a Torvizcón bajando por puerto Camacho.
Llegando al cruce de Bargís, vimos que alguien más venía: "¡Paco López! ¡Qué tío mas duro!" Se unió inmediatamente a nosotros y rumbo a Bargís y Torvizcón pasando primero por la escondida Fuente del Rancho: "¡Qué fresquita y buena está este agua!"
En Bargís se inició un loco descenso, sin apenas camino, casi ni senda, y poco a poco la senda desapareció  "¡Estáis locos!" "¡Por ahí no criaturas!", éso pensaban y nos dijeron los pocos paisanos que encontramos.
Y entonces, "algún listillo la lió parda", haciendo uso del gps instalado de serie en su cabeza "trasto", intuyó una senda de paso de animales, y dijo: "¡ésto va a ser por aquí!" Otros tres trastos, nacidos y criados en el monte, dijeron: "¡Está claro, es por ahí!" 
Así fue como los ocho que iban por la ruta de Bargis a Alcázar y Torvizcón, se dividieron en cuatro y cuatro. 
Los primeros que llegaron a Torvizcón fueron los "carreteros", ellos no se metieron en camisas de once varas y llegaron pronto. Tan pronto llegaron, que se fueron pensando que los otros no llegaban. No había cobertura por los barrancos de Alcázar.
Los segundos llegaron a Torvizcón vía Alcázar y se comieron unos "pedazo" huevos con ajos en la Pensión Moreno de Torvizcón que "no se los salta un gitano".  Y con ése buen combustible proporcionado por los huevos con ajos, éstos campeones en todos los sentidos, subieron la rambla de Torvizcón como si tal cosa, como si fuese llana, 84 kilómetrazos "pal body" que terminaron haciendo Antonio, Enrique, Manolo y Paco. ¡Unos campeones!
Los terceros, aventureros barranquistas, se metieron en el barranco de Alcázar, barranco abajo, barranco arriba, barranco abajo de nuevo, barranco arriba de nuevo."¡Qué bien araícos están estos almendricos!" "¡Pues anda que estos olivicos no están sanicos!" "¡Buen entrenamiento para la cacería!" "¡La próxima ruta echaré las cuerdas, el arnés y el grigri!"  "¡Lavín compáe! ¡qué tajo!" "¡Me parece que nos vamos a quedar sin el homenaje en Pensión Moreno de Torvizcón!" 
Éstos últimos, finalmente consiguieron salir del barranco de Alcázar. Arañados como si una manada de leones hambrientos les hubiesen atacado, "hartiticos" de "montambai barranquista"... Paco López, Antonio, Liberio y Javi, decidieron entonces regresar para Castell. Un poco rara esa sensación que se queda cuando no llegas a donde quieres. No obstante con unas "cervecitas" y unas risas se les pasó todo ya de vuelta en la BP.
"¿Cuándo volvemos a intentar ir a Torvizcón y desayunamos unos huevos con ajos?"



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